sábado, 16 de abril de 2011

11/02/11 Un día un tanto especial...

El día anterior Fernando me había propuesto que fuera su novia, yo no le quería perder, aunque Claudia no se metía en medio, había una tercera chica,  Aitana. Ella se entrometía entre nosotros dos, aunque tuviera novio, le daba igual, ella se quería liar con él. Fernando siempre me decía: me es difícil decirle que no. Esa tarde habíamos quedado que a primera hora yo le diría si quería que se besara con ella o no. A la mañana siguiente vino junto a mí, me saludo, yo le salude pero no le dije nada del tema, pensé que si me quería que no sería capaz de besarla. Cuando llegué a clase le conté todo a mi cómplice amiga Solangie, ella siempre me comprende y me da su opinión. A la hora del recreo cuando vimos pasar a Fernando  mis amigas me querían dejar a solas con él, pero yo fui tan imbécil que me marché, él se paro pero al ver que me marchaba pues siguió su camino. Me sentí muy mal al ver hecho eso, me pasé todo el recreo llamándome imbécil una y otra vez. Justamente nos tocaba plástica y teníamos que pasar por delante de la recepción, y  fue cuando Fernando me paró y me dijo estas palabras: ¿por la tarde quedamos? Yo sin pensar en si me dejarían o no, le dije que sí. Después no podía parar de pensar en si había o no había hecho bien pero después de haberle dicho que si no me podía echar para atrás. Solangie me decía que había hecho bien, que hoy sería un gran día aunque llovía. Esa tarde estaba muy nerviosa, unos minutos antes de quedar, estuvimos hablando por el tuenti, estuvimos a punto de no quedar pero ni la lluvia ni el frío nos iba a fastidiar ese día tan importante. Al principio, el ambiente era muy tenso porque solo hacía que preguntarme si me molestaría si el lunes, el día de san Valentín si él lo podría pasar con Aitana pero que después no sabría lo que podía o no podía pasar, estábamos al final de la tarde, él solo me decía: ah, ¿y qué te cuentas? Solo me decía eso, yo me cansé hasta que le dije: tu lo que quieres que te diga es lo que quieres saber. Él me miró, le miré, me sonrió, le sonríe….Nos quedamos en silencio hasta que él dijo: ¿quieres ser mi novia? Yo me quede callada, no sabía muy bien si decírselo o no… Pero al final hice lo que quería, sí, le dije que si quería ser su novia, y como ya nos teniamos que marchar nos dimos un beso…

1 comentario:

  1. buenicimo amiga cada vez esta mejr jajaj joder pala aitana pero bueno tienes q segir

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